Pasear a un gato puede resultar más fácil que pasear a un perro ya que ellos no sienten la necesidad de marcar territorio por donde quiera que pasan; tampoco pesan tanto como tirar de la correa, ni olfatean la tierra. A los felinos que viven confinados les encanta salir de casa, sobre todo si se los acostumbra desde pequeños.
Debido a la gran flexibilidad que tienen pueden zafarse fácilmente del collar por lo que es mejor acostumbrarlos al arnés. Para ello, debe acostumbrársele primero a usar el arnés solo. Esto se hará dentro de la casa, sin la correa y cuando de muestras de sentirse cómodo con él, se puede enganchar la correa para pasearlo guiado dentro de la vivienda. Cuando se logre este paso, se estará en condiciones de sacarlo al exterior y disfrutar las caminatas.
Este blog, dedicado a la protección y cuidado de nuestros queridos gatos, es una recopilación de todo lo lindo que de ellos se dice y escribe, hallado en la red, libros, prensa, revistas y especialmente en mi corazón...
lunes, 15 de febrero de 2010
Pasear a un gato
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