lunes, 15 de febrero de 2010

Mejor prevenir...

Los veterinarios coinciden en que la mejor atención para un animal es el cuidado diario. Una casa acogedora, una buena dieta, mucho ejercicio y una higiene regular son los elementos fundamentales para mantener a su amigo contento y sano.

Es mucho mejor y más sencillo prevenir enfermedades que curarlas.
Para evitar que un simple trastorno se convierta en un problema grave es preciso detectarlo a tiempo. A menudo, las personas que observan con atención a sus animales y están familiarizadas con sus hábitos pueden percibir que algo va mal antes de que aparezcan los primeros síntomas.

Algunos veterinarios recomiendan someter al animal a una breve revisión semanal en casa. Este examen se hace en apenas unos minutos, y puede prevenir problemas y gastos innecesarios.

Comience frotándole el cuerpo. De este modo, el animal se relaja y no se resiste al examen. Además, sus dedos pueden descubrir alteraciones que escapan a la vista.

Costras o descamaciones. Pueden ser indicios de parasitosis, alergias o problemas de la piel.

Bultos o protuberancias. Con frecuencia, éstos se presentan a consecuencia del proceso normal de envejecimiento, pero en ocasiones pueden ser indicaciones de una enfermedad grave. Detectarlos a tiempo será de enorme ayuda para su mascota.

Las vértebras. Si puede percibir con facilidad todos los huecos y protuberancias de la columna vertebral del animal, es probable que éste padezca algún trastorno que le haga perder peso. Sin embargo, si le resulta imposible palparle la columna, puede que tenga un problema de sobrepeso.

Hinchazón. Según la zona donde se detecte, puede tratarse de un indicio de parasitosis, trastornos cardíacos o incluso cáncer.

Oiga su respiración. A menos que el animal jadee a consecuencia de un esfuerzo o una carrera, su respiración debe ser regular y tranquila. Si es agitada, ronca o con «ruidos», el animal podría padecer un problema respiratorio que ha de tratarse oportunamente.

Controle su pulso. Los latidos cardíacos deben ser fuertes y regulares. Para tomarle el pulso a su animal de compañía, coloque la mano sobre el lado izquierdo de su pecho, junto al codo. Cuente el número de pulsaciones en 15 segundos y luego multiplíquelo por 4.
En los gatos, el pulso normal suele ser de unas 120 pulsaciones por minuto. En los perros, el ritmo varía entre 60 y 120 pulsaciones. (Tenga en cuenta que el corazón de los cachorrillo s o los gatitos siempre late con mayor rapidez.) Si el pulso del animal está muy por encima o por debajo de estos valores medios, consulte al veterinario.

Examine las orejas. Deben tener una coloración rosada y estar limpias. La presencia de olores desagradables, secreciones o rojez pueden ser síntomas de infección.

Examine los ojos. Deben estar brillantes y limpios. La presencia de hinchazón, estrabismo, irritación o secreciones pueden ser indicios, entre otros trastornos, de conjuntivitis o de glaucoma.

Observe el interior de la boca. Las encías saludables suelen ser rosadas, aunque en algunas razas tienen una tonalidad natural marrón o negruzca. Después de apretar las encías, éstas deben recuperar rápidamente el color habitual.
Observe con atención si dentro de la boca del animal hay bultos u otras irregularidades. Compruebe si los dientes están cubiertos de sarro de color amarillento. Luego, huela: el aliento de su animal de compañía no debería descomponerlo.

En términos generales, manténgase alerta a los cambios en el apetito, la forma de andar, frecuencia de defecación y la conducta del animal. Si nota alguna irregularidad, consulte al veterinario.



http://unadegatos.mejorforo.net/cuestion-de-gatos-f11/remedios-caseros-para-gatos-y-perros-mejor-prevenir-t2426.htm

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