jueves, 1 de marzo de 2007

Orión y Alpha... dos perros héroes venezolanos

Este reportaje fue publicado en la Revista Venezolana “Animales Felices” Número 12 de Marzo de 2000. Es la historia de Orión y Alpha, dos perros héroes Venezolanos.
Para verificar la información pueden hacerlo a través de animalesfelices@dearmas.com Atención Sr. Igor Mendoza.


ORIÓN El Héroe de Vargas

Orión, este titánico rottweiller, ha logrado hacer olvidar la imagen de perro agresivo de ésta raza. Y lo hizo gracias a su heroica conducta durante la tragedia de Vargas, en la que a pesar de que se separó bruscamente de su propietario, Mauricio Pérez, durante varios días se dedicó a rescatar a víctimas de las inundaciones, alrededor de 35, sin descansar y comer hasta que él junto a Alpha, fueron rescatados, casi una semana después por su amo.


Marbelia Girón
Igor Mendoza

Orión, aparte del infinito agradecimiento de las personas a las que salvó la vida, ha recibido muchos reconocimientos y premios. Recientemente, la Fundación Protectora de Animales le otorgó medalla y diploma, en un evento denominado “Honor a Quien Honor Merece” y Purina le regaló un año gratis de alimentación.
Allí demostró, una vez más, ser un perro fuera de serie, pues pasó más de dos horas, en un caluros y repleto salón, recibiendo miles de manifestaciones de cariño de sus admiradores, y no se molestó ni fastidió. Al contrario, se acostó patas arribas, para dejar que lo acariciaran en la barriga.
Mauricio Pérez, su dueño, muy emocionado y orgulloso de Orión, recordó las hazañas de este can y relató que todo comenzó el 16 de Diciembre, estábamos en la azotea de la casa y llegó una ola gigantesca. “Mi esposa y yo teníamos a Orión en la azotea, junto a la camada de cachorros que acababa de tener Alpha. Un helicóptero nos sacó y tuvimos que dejar, con todo el dolor del alma a los perros. Nos dejó al otro lado del río, tuvimos dos días tratando de salir de la tragedia, hasta que llegamos a Maracay. Antes de eso, me encontré con personas que me decían que habían visto a Orión en la montaña, yo lo dudé, pensé que estaba muerto”.
Luego Pérez viajó a Caracas y se enteró por los medios de comunicación que un perro estaba rescatando gente por los lados de Tanaguarena.
“En seguida pensé – añadió – ese es Orión. Un amigo me llamó y me preguntó si lo había visto. Estaba demasiado emocionado y lo único que tenía en la mente era ir a buscar a mi perro. Pedí, a través de los medios de comunicación, que me ayudaran a rescatar a Orión. Al día siguiente, me fui al helipuerto El Ávila y allí me apoyaron y me dijeron que me iban a llevar, pero que después buscara cómo regresar. Agarré una bolsa con perrarina, pan y agua y lo fui a buscar”.
Explicó que en el momento que se montó en el helicóptero, se subió un reportero y le preguntó si sabía dónde estaba Orión.
“Le respondí que no, pero me imaginaba que estaba en la casa y efectivamente, nos fuimos hasta la zona donde estaba mi casa, estaba todo destruido y no encontramos al perro. Rescatamos a otros perros que estaban en los alrededores y una persona me dijo que Orión estaba al otro lado del río. Yo veo dos perros que se me enfrentan, no sabía que hacer y me quedé tranquilo. Uno se va y el otro se me queda viendo. Veo que es Alpha, la reconozco y en ese momento me pongo a llorar, ella también me reconoció y fue un encuentro bellísimo. En el momento que estamos saliendo los dos del río. Orión poco a poco se va acercando y cuando me vio, fue lo más emocionante. Los tres, de la emoción, nos pusimos a llorar, pero creo que fue de la felicidad, de habernos encontrado, después de seis días, sin comer, de estar vivos ...¡Jamás pensé que Alpha estaba viva!” Mauricio Pérez refirió que luego volvieron al helipuerto, y fueron a la casa de los padres, pues “toda la gente de Cerro Grande perdió todo, yo perdí todo, eso era una urbanización muy especial, el perro se crió allí, con el amor que le dio tanta gente. Empezaron a aparecer los niños que rescató, las treinta y cinco personas que ayudó a sacar del río. Fue algo bonito en medio de tanta tragedia”.
En cuanto al entrenamiento de Orión, Pérez contó que desde que el perro tenía mes y medio lo llevaba al río, y lo paseaba por las piedras, por la corriente.
“Cuando se cansaba – continuó diciendo – aullaba como un lobo, y yo lo metía en un morral. Luego que descansaba lo volvía a poner a caminar o lo lanzaba al agua para que aprendiera a nadar. Poco a poco, se fue entrenando y le gustaba mucho el agua, parecía un foca. Le encantaba jugar al rescate, mi esposa y yo nos hacíamos los ahogados y él se emocionaba y nos iba a rescatar. Casi todos los días y cuando nos queríamos meter nos jalaba por las mangas y nos metía en el agua.
También señaló que a Orión le gustan mucho los niños y que ha visitado muchos colegios, donde lo esperan con pancartas y dibujos.
“Ha estado con más de cien niños, y ha sido incapaz de hacer algo, le fascinan los niños”.
En cuanto al galardón otorgado a Orión por la Alcaldía de Caracas, expresó que lo mas bello de todo era la sensibilidad y la expresión de amistad de los asistentes al evento.
“Ello demuestra que el perro es el mejor amigo del hombre”, dijo para finalizar, no sin antes manifestar su agradecimiento a la Fundación de Protección Animal y a Purina, por tan hermoso gesto.

Colaboración: Copiado textualmente de la Revista Animales Felices por Carolina Hernández D.