El vendaje previene el contagio de las heridas, inmoviliza los miembros, absorbe los flujos y propicia la desaparición de edemas. También impide que el perro se rasque o lama las heridas. Antes de hacer el vendaje es indispensable limpiar y desinfectar cuidadosamente la zona afectada. Para ello se utilizan antisépticos o yodo. Luego se colocará una gasa antes de envolver la zona afectada.
Los jarabes se administrarán con una jeringa sin aguja inyectando el contenido directamente en la boca del animal.
Las pastillas deberán ser colocadas lo más adentro posible de la boca, mantenerla cerrada con la mano y masajear de abajo hacia arriba la garganta del animal hasta que la trague.
Para aplicar pomadas o ungüentos, se debe depilar primero la zona, limpiar bien y aplicar el medicamento masajeando para que penetre en la piel.
Para aplicar gotas en los ojos, se deben abrir esto con cuidado y procurar no tocarlos con el frasco.
La aplicación de gotas en los oídos se hará luego de una limpieza de los mismos con una gasa (no con hisopos). Administrar las gotas y masajear la base de la oreja para que el líquido circule por el conducto auditivo.
La administración de inyecciones es mejor que la haga el veterinario, especialmente si se trata de alguna intravenosa.
El collar isabelino, suerte de embudo que se coloca en el cuello del animal para evitar se lama las heridas; se pueden elaborar caseramente con plástico y cartón flexible.
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