Por Max Birrax
Tomado de la página web Aquí estuve ayer
Jamás hubiera imaginado que los gatos eran pasajeros habituales de cualquier tipo de barco, incluídos los de guerra, pero viendo las siguientes imágenes podréis comprobar, al igual que yo, que sí, y no sólo para encargarse de mantener a raya a los roedores que pudiera haber a bordo, también para -supuestamente- dar buena suerte a la tripulación y para distraerles con sus ocurrencias de cuando en cuando.
Es el caso de estos marineros del USS Olympia, a quien podemos ver jugando con su gato y un espejo en esta fotografía datada el año 1898.
Por cierto, el Olympia fue un viejo conocido de España, ya que participó en la guerra de Cuba y como buque insignia en la batalla de Cavite, en las islas Filipinas, en el contexto de la guerra hispano-estadounidense.
En la siguiente imagen, tomada alrededor del año 1900, podemos ver a la tripulación del USS Texas posar con sus mascotas, en este caso, un perro y un gato.
El USS Texas, construído el año 1892, fue el primer acorazado de la U.S. Navy y se ganó cierta fama de gafe tras una serie de accidentes que sufrió, la cual se intento contrarrestar enrolando a los dos animalitos.
Pues no, son dos mininos jugueteando dentro del cañón de un barco sin identificar antes de que estallara la I Guerra Mundial.
Los gatos del USS Mississippi también tienen su lugar en la historia. Muy educados ellos, no subían a su hamaca de un salto, no, subían por la escalera, como está mandado.
El USS Mississippi participó en varias batallas en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial y fue alcanzado por pilotos kamikazes en dos ocasiones sin que por ello llegara a ser hundido o inhabilitado para la contienda.
En la siguiente fotografía, tomada el año 1924, podéis ver a Wockle, el gato del USS Flusser, tomando el solete tan ricamente encima de un cabrestante.
Y ahora le toca al gatuno del USS Ranger, a quien podemos ver, en el año 1944, dejándose querer por unos pilotos que esperan recibir las instrucciones que guíen su próxima misión.
El USS New Mexico tampoco podía dejar de tener su gato a bordo, Saipan, y por lo que se puede ver, no vivía nada mal.
El USS New Mexico participó el año 1944 en la batalla de Saipán. Tras ella, la mascota fue subida a bordo y de ahí tomó también su nombre.
Este es Bilgewater, la mascota de la promoción de guardacostas del año 1944. Parece dormido, pero en realidad está comprobando la calidad del tejido con que se hacían los uniformes -ejem, ejem.
En esta otra foto del 1950, podemos ver a un grupo de marineros franceses con su gato en brazos.
Y en esta otra, tomada en Los Angeles el año 1959, podemos ver a Pooli, todo un veterano de guerra que recibió varias condecoraciones, vestido de uniforme para celebrar su quince cumpleaños.
Pooli sirvió durante la II Guerra Mundial en un buque de apoyo y transporte.
Y es que está visto que los animales son los mejores amigos del hombre aún en las más duras condiciones, y que esa unión se hace más fuerte si hablamos de cachorros. Esta imagen me ha llegado al alma:
Sus protagonistas tienen nombre y apellidos: Frank Praytor, sargento del ejército de los EE.UU. que combatió en la guerra de Corea, y Miss Hap, una gatuna de apenas dos semanas que, habiendo muerto su madre, fue adoptada y alimentada con leche condensada por Praytor.
Y en esta otra imagen, que es la última de la entrada de hoy, podemos ver otra muestra de esa relación entre hombre y animales:
Tras la batalla de Tawara, una de las más sangrientas de la Guerra del Pacífico, asoma, entre las cadenas de un tanque japonés destrozado, un gatuno, a quien un marine ofrece un platito con agua.
En fin, hay veces que las personas humanas hacen honor a su condición. Ojalá fuera así siempre.
Referencias: U.US. Naval Institute.
Fuente:www.aquiestuveayer.com
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