Desde el próximo mes de abril, todos los residentes de Los Ángeles que tengan como mascota a un perro o un gato mayor de cuatro meses de nacido estará obligado a castrarlo o a esterilizarlo si no quiere incurrir en una infracción municipal.
El alcalde de la ciudad, Antonio Villaraigosa, firmó ayer esta nueva ordenanza por la que se busca controlar la reproducción de estos animales, crear conciencia entre los dueños de mascotas y reducir la sobrepoblación de gatos y perros, especialmente de los vagabundos.
Se estima que en la actualidad cerca de 50 mil gatos y perros pululan por las calles de Los Ángeles y que muchos de ellos son abandonados por aquellos dueños que no quieren tener más animales en su casa cuando su mascota ha quedado preñada.
"Esta ordenanza es una guía clara y crea una valiosa herramienta para que esta ciudad dé otro paso hacia la matanza innecesaria de animales"..ya que alrededor de cuatro millones de perros y gatos son sacrificados al año.
Fuente: La Opinión
Extracto de un artículo publicado el Miércoles, 27 de febrero de 2008