En el primer día, Dios creó al Gato.
En el segundo día, Dios creó al hombre para servir al Gato.
En el tercer día, Dios creó a todos los otros animales de la Tierra para servir de potencial alimento al Gato.
En el cuarto día, Dios creó el Trabajo, para que el hombre pudiera faenar duro para el bienestar del Gato.
En el quinto día, Dios creó entretenimientos y diversiones para el Gato.
En el sexto día, Dios creó la ciencia veterinaria para preservar la salud del Gato y, al tiempo, vaciar los bolsillos del hombre.
En el séptimo día, agotado, Dios intentó descansar, pero ¡tenía que limpiar la bandeja del Gato!
Antonio Burgos